Es un procedimiento de Alta Complejidad que consiste en la introducción de un espermatozoide seleccionado en el interior de un óvulo maduro para conseguir su fecundación. Se realiza bajo un microscopio y emplea múltiples equipos de micro-manipulación que nos permite estabilizar suavemente al óvulo y posteriormente introducir y depositar el espermatozoide en su interior. La selección del espermatozoide se basa en sus características morfológicas.
El ICSI supuso una verdadera revolución en las técnicas de reproducción asistida ya que resuelve la mayoría de los problemas de esterilidad de causas masculinas. La técnica se emplea cuando el semen presenta un bajo número, una morfología alterada, una movilidad disminuida o cuando el semen es incapaz de fecundar por FIV convencional.
Entre el 2do y 5to día luego de la fecundación se programa la transferencia de embriones, el punto culminante del tratamiento. Consiste en trasladar desde el laboratorio al útero de la madre. Se realiza con la ayuda de una ecografía abdominal para localizar el punto más adecuado dentro del útero para su implantación: pasamos un fino catéter a través del cuello uterino y depositamos una gota del medio del cultivo donde flotan los embriones en el interior del útero. Los embriones restantes de buena calidad que queden serán vitrificados para uso posterior.